EL VALLE DE SONDONDO, CUNA DE NUESTRO GRAN CRONISTA, ESCONDE NUMEROSAS RIQUEZAS
Recorrer el valle de Sondondo es abrir folios incunables de los que brotan sonidos, colores, sabores y emociones que nos envuelven en el universo prehispánico descrito por Guaman Poma de Ayala en su “Nueva corónica y buen gobierno”, a caballo entre los siglos XVI y XVII. El arte culinario y las danzas son el legado mejor conservado por las comunidades descendientes de los waris, los ancaras, los antamarcas, los rucanas y los soras. Allí están Andamarca, Cabana Sur, Aucará, Sondondo, San Diego de Ishua y Santa Ana de Huaycahuacho para certificarlo.
El sonido metálico que propician los ágiles dedos de los danzantes de tijeras acompaña sus destrezas y los sentidos vibran en rituales mágico-religiosos. No es la única, hay otras manifestaciones folclóricas como la jaira o fiesta del agua, que es la limpieza comunal de los canales de regadío. O el chejollo, una danza de carnaval en la que los contrincantes reciben chicotazos en las pantorrillas. O el baile de adobe, en el que los bailarines o comuneros pasan la noche trasladando adobe, mientras se danza tanto por la felicidad de los recién casados como por la construcción de su casa.
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Por la ruta de Guaman Poma en Ayacucho,
un mochilero del siglo XVI |
El desarrollo turístico de la zona también contempla la riqueza arqueológica. Allí están Caniche y las andenerías en Andamarca, justamente la puerta de entrada de la llamada ruta cultural Guaman Poma de Ayala. También hay monumentos histórico-religiosos que esperan ser puestos en valor: cuadros de la escuela cusqueña en Aucará e iglesias evangelizadoras. Quien se interne en el valle podrá, además, hallar en pie paredes de piedra de la casa en la que nació nuestro célebre cronista. Este proyecto impulsado por el Ministerio de Cultura, y secundado por las carteras de Transporte, Agricultura y Comercio Exterior y Turismo, es una forma de desarrollo para 50 mil pobladores del valle, el cual incluye planes de mejoramiento en agricultura, transporte y desarrollo en infraestructura para turismo vivencial. El esfuerzo intersectorial también comprende mejorar la calidad productiva de los cultivos locales, soporte de una rica gastronomía poco conocida.
¿Cómo llegar a este
edén natural? Viajar * de Lima a Puquio. De ahí ir hacia Andamarca, adonde se arriba luego de dos horas y media. Lo siguiente es ir a Cabana Sur (45 minutos), a Aucará (10 minutos más) y a Sondondo (15 minutos finales). La ruta es transitable desde un desvío de la Interoceánica. Si un VW Escarabajo llega, imagínense lo que logrará una 4×4.
* Tambien pueden llegar con las Empresas de Transportes Perla del Sur, Expreso Cabanino, entre otros.
Domingo 05 de junio de 2011